lunes, 23 de marzo de 2009

Vida Matemática

Foto: Pintura Iman Maleki

Existe algo en común entre amaneceres, atardeceres y el alma… los primeros nos abrazan con sus facetas alegres, tiernas y sedosas, como también con sus facetas tristes, duras y rudas… finalmente todas son facetas, y la eterna esencia es: Alma Eterna.


Así que en el jardín de las más sufridas almas y desde el silencio de su dolor más profundo brotan manantiales cristalinos, cuyas aguas sanan sedientas almas que vagan en las coloradas praderas cantando himnos a los vientos en ruidos de sus propios vacios.


Así como el recuerdo de una sonrisa de labios amados tatuada en el tejido del corazón, hace que una lágrima teje un vestido con los colores del arco iris al besar los rayos del sol, y que lo luzca orgullosa como una cenicienta en su último baile del último vals.


Así como los olivos nos entregan, de sus amargos corazones, un sagrado bálsamo, las almas afligidas nos dejan obras eternas en las infinitas estepas del tiempo.


Así como llegué a odiar las expresiones matemáticas cuando forman parte de la vida, porque solo expresan conformismo: tangentes, derivaciones y limites.

Aleksander K. Nagi. S
SAI, 22 DE Marzo de 2009




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